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La lucha sigue, por nuestro futuro, por nuestra educación

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La lucha sigue, por nuestro futuro, por nuestra educación

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Las estudiantes vuelven a salir a las calles reivindicando una educación pública, gratuita y de calidad. Desde Estudiantes En Movimiento, reclaman la paralización de la LOMCE y el 3+2, mecanismos que garantizarían el derecho a la vivienda de las estudiantes, tarifas de transportes estudiantiles, comedores gratuitos en todos los niveles y prácticas remuneradas.

El próximo 26 de octubre, desde la red de Estudiantes En Movimiento, llaman a la movilización de todas las estudiantes ante el actual desmantelamiento y mercantilización que atraviesa nuestro sistema educativo.

En primer lugar, hacen hincapié en “la expulsión por motivos económicos de 127.000 alumnas universitarias desde el año 2012, así como la caída de matriculaciones en un 10% en todo el Estado”, según datos del Ministerio de Educación y Cultura. Afirman que “esta situación se debe a la actual subida de tasas de matriculación y a la eliminación de becas, las cuales han producido una exclusión de buena parte del estudiantado con pocos o limitados recursos, que en su mayoría tenían que salir a estudiar fuera de sus localidades”.

Añaden que a esto “se suman, no solo los costes directos de matriculación y material, sino los gastos indirectos como vivienda, comida y transporte que tienen que desembolsar las estudiantes mensualmente, lo cual dificulta aún más la posibilidad de terminar unos estudios superiores a estudiantes en situación precaria, quedando en evidencia el ideal que se nos vende desde las instituciones de igualdad de oportunidades”.

Las Enseñanzas Medias tampoco salen bien paradas, ya que, desde la red, ponen de manifiesto “un empeoramiento significativo de la calidad en las mismas con la materialización de las reválidas en Secundaria y Bachillerato que tienen como objeto segregar económicamente al estudiantado. Además de la implantación de la asignatura de religión como evaluable y equiparable a asignaturas de aspecto crítico como Filosofía, la cual pierde también su categoría de obligatoria, pasando a ser optativa; todo ello, sumado al caos administrativo en la elección de asignaturas y horarios, derivado de la implantación de la LOMCE.

Asimismo, advierten sobre la devaluación continua de una FP cada vez más desprestigiada y saturada con ratios cada año más elevados, que superan los 35 alumnos por clase, los cuales “implican una contradicción del principio pedagógico de enseñanza individualizada y personalizada.” Además de lo ya mencionado, nos informan de que “en muchos centros públicos, las estudiantes de FP tienen que trabajar con equipos desactualizados y obsoletos que poco tienen que ver con aquellos que se utilizan en el mundo laboral.” A estas críticas hay que añadir “las prácticas no remuneradas en algunos lugares del Estado español, perpetuando la precariedad laboral y generando al empresario beneficios a cambio de mano de obra gratuita.”

Desde Estudiantes en Movimiento, entienden que “todo este empeoramiento de la educación pública, viene orquestada, sobre todo, por la cantidad de recortes hechos en la misma,” ya que el Estado español se encuentra a la cabeza de los países europeos que más recortan y menos invierten en esta materia. Siendo casi un 25% menos desde 2012 hasta la actualidad. Esto se refleja muy bien en cifras como un 4,5% del PIB destinado a la Educación Pública en 2012, siendo la media europea un 5,3%, y estando actualmente en el 4,36% del PIB.

Estos recortes también chocan de frente con el trabajo desarrollado por muchos docentes, pues el cierre de aulas y el aumento de ratios han generado más de 200.000 despidos solo en 2015, llegando a 230.000 en el verano de 2016. Muchos de ellos interinos que pierden sus derechos laborales acabado su contrato.

Por todo ello desde Estudiantes en Movimiento exigen que “ni una persona más quede fuera del sistema educativo por no poder pagar, así como la creación de mecanismos que garanticen el derecho a la vivienda, a un trasporte público, accesible y de calidad tanto al estudiantado rural como al urbano, y a comedores públicos y de calidad en todos los niveles de la educación. También, exigimos prácticas remuneradas y la dotación de material actualizado en FP. Así como bajadas de ratios en todos los niveles de la enseñanza pública, con la correspondiente contratación de mayor número de docentes para suplir estas necesidades.”

Por último, piden la derogación de la LOMCE y del 3+2 y todas las reformas adjuntas a ellas “por ser unas leyes de carácter segregador, mercantilizador, clasista, discriminatoria y antidemocrática, que nos abocan a la mayoría del estudiantado a una educación insuficiente y de poca calidad, así como encarecida.”

Estas son las reivindicaciones inmediatas que se plantean desde Estudiantes en Movimiento, aunque afirman que “nuestra meta es la creación de un proceso constituyente desde la base estudiantil y docente que implique a todos los sectores de la población con el objetivo de la creación de una Ley Educativa, entendiéndola como un derecho universal intrínseco a las personas y no como meros privilegios de unos pocos. “

 

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