Aprobación LOIFP
Ayer se aprobó en el Congreso de los Diputados la Ley de Ordenación e Integración de la Formación Profesional (LOIFP), que no ha sufrido ninguna alteración importante desde que, hace unos meses, hablamos de su carácter mercantilizador y elitizador.
Desde Estudiantes en Movimiento, denunciamos que, al igual que la LOSU, es una ley que viene a poner al sistema educativo al servicio de las empresas y que aumenta aún más su presencia en nuestro proceso formativo, y que va a hacer que las estudiantes de clases populares sirvamos como mano de obra barata aún más empobrecida.
Esta ley introduce una nueva gradación en los tipos de cursos formativos que incluye másteres de especialización. Esto no deja de ser un proceso paralelo al que se ha llevado en la Universidad desde el Plan Bolonia: se recortan contenidos de los grados originales y se crean títulos mucho más caros y mucho menos accesibles para el estudiantado popular, reduciendo su titulación y “justificando” (desde el punto de vista empresarial) que vaya a cobrar menos en el futuro. De este modo, se camina hacia una mayor división clasista del trabajo donde, como siempre, las menos pudientes salimos perjudicadas.
La LOIFP también supone la introducción de la Mención Dual en los ciclos de FP, de la misma forma que la LOSU la incluye en las enseñanzas universitarias. Esto supone la creación de ciclos donde hasta un 50% de la duración se desarrollará en centros de trabajo. Es decir: “nos formaremos” sirviendo a los intereses de los empresarios, para quienes seremos trabajadoras más baratas y con infinitamente menos derechos que una trabajadora corriente, mientras nuestra carga teórica se reduce y, por tanto, lo que aprendemos en el ciclo disminuye.
Como broche final en su paralelismo con la LOSU, la LOIFP facilita la “creación de puentes” entre la Universidad y la FP, al igual que la nueva ley universitaria. Estos puentes se venden como “bidireccionales”, y supuestamente vienen a facilitar que cualquier estudiante de FP pueda cambiarse a un grado universitario y viceversa. Sin embargo, dado que el cambio entre FP y Universidad ya podía darse, las novedades principales vienen en el camino inverso, desde la Universidad hacia la FP. Desde Estudiantes en Movimiento vemos en esto un nuevo mecanismo para acelerar el proceso de expulsión de las clases populares de la Universidad, facilitando su integración en la FP y aumentando la división clasista del trabajo que favorecen el resto de elementos de esta ley.
En definitiva, la LOIFP es un paso más en una reforma educativa que nos venden como “modernizadora” para encubrir que es otro conjunto de medidas antipopulares que refuerzan los intereses de las empresas y que aumentan su injerencia en nuestros cursos. Nuestra posición, ya sea en FP, Universidad, ESO o Bachiller, va a seguir siendo la misma: ¡fuera empresas de la educación!