¡Ni roles de género en los libros, ni educación tránsfoba en las aulas!
Desde hace 11 años, el 31 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Visibilidad Trans. Y, hoy y todos los días, desde Estudiantes en Movimiento, queremos reivindicar la necesidad de garantizar los derechos de todas las personas trans que forman parte de la comunidad educativa, y de reivindicar su visibilidad y sus necesidades en un sistema educativo como el nuestro, donde abunda y se reproduce la transfobia.
A nuestra sociedad la atraviesan diferentes ejes de opresión que aparecen en todos los espacios de la misma: la educación pública no es una excepción. Los roles de género, el patriarcado, la homofobia, la transfobia… Todos ellos tienen ecos en la educación que recibimos, y terminan contribuyendo a la vulneración flagrante de los derechos de las personas trans. Muestra de la misma son los altos niveles de desempleo, en torno al 85%; la incidencia de la prostitución y de la mendicidad en el colectivo; una esperanza de vida que no supera los 50 años en nuestro país; la exclusión sistémica de un sistema sanitario sustentado en la cisnorma.
Todas estas fuentes de violencia estructural se ven reforzadas por la cosificación de las personas trans, sobre todo de las mujeres, y por la imagen distorsionada que el porno da de las mismas y que genera fetichización de nuestros cuerpos y sexualidades. En la esfera política también encontramos transfobia y exclusión. No sólo por las posturas de los grupos de extrema derecha y su veto parental o del Partido Feminista y su discurso transexcluyente, sino también en la falta de referentes políticos visibles, el escaso recorrido de las demandas del colectivo, y la falta de legislación efectiva en la protección de nuestra comunidad.
Por todo ello, desde Estudiantes en Movimiento reivindicamos a las personas trans que forman parte activa de nuestra red y de la comunidad educativa, sean estudiantes, profesoras, investigadoras o trabajadoras administrativas y de servicios. Exigimos una educación sexual integral que ponga en valor nuestros cuerpos y experiencias y huya de los estereotipos construidos por la pornografía, protocolos de cambio de nombre y contra la violencia tránsfoba en todos los centros de estudio que no los tienen, así como la eliminación del veto parental en todas las comunidades en las que ya está vigente. Las personas trans existimos y resistimos: ¡Ni roles de género en los libros, ni educación tránsfoba en las aulas!
