Nos quieren cansadas y sin esperanza; nos encontrarán ORGANIZANDO LA RABIA
Tras un año marcado por la pandemia y crisis, el escenario que tenemos por delante este curso viene cargado de ataques hacia la educación pública, aprovechando el parón académico y tratando de implantar medidas que atentan claramente contra la calidad educativa y la igualdad de condiciones en las aulas.
Durante el confinamiento, las estudiantes sufrimos el desamparo de las mismas instituciones que nos forzaban a continuar con el mismo ritmo académico que antes encerradas en nuestras casas. Las desiguales condiciones materiales de cada familia no eran tenidas en cuenta y, a la vez que ello acentuaba la segregación, se generaba un caldo de cultivo perfecto para el empeoramiento de nuestra salud mental.
Ahora, esas mismas instituciones que nos abandonaron durante la pandemia pretenden remodelar el sistema educativo mediante un abanico de medidas regresivas:
- La LOMLOE lo cambia todo estéticamente, pero no transforma nada: la misma educación concertada, la misma segregación clasista, la misma desigualdad.
- El aumento de ratios degrada la educación y nos lo pone más difícil a las que no podemos costear clases particulares.
- La Ley de FP pone la educación al servicio del capital y nos convierte en mano de obra barata.
- La Ley del Sistema Universitario refuerza el carácter antidemocrático de la Universidad y la Ley de Convivencia nos amordaza. Expulsan al pueblo de la Universidad y no están dispuestas a permitirnos protestar.
Ante este panorama, sumado a las consecuencias de la crisis sobre nuestras familias, debemos ser las estudiantes las que respondamos en las aulas y en las asambleas a estas ofensivas que, de forma velada y bajo el auspicio de la Unión Europea, están destinadas a degradar la educación pública en favor de la privada y concertada y a minar el acceso y desarrollo igualitarios de las jóvenes de extracción popular a la educación.
Ante las medidas segregadoras que atacan la educación, y frente a sus intentos por criminalizarnos y sumirnos en el hastío, las estudiantes estaremos enfrente, organizando la rabia y luchando por una educación construida por y para las clases populares.